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Las vacaciones escolares son un momento esperado por muchas familias. Pero, aunque representan una pausa en las rutinas académicas, también abren una pregunta clave: ¿cómo aprovechar de forma positiva ese tiempo libre en una etapa tan decisiva del desarrollo infantil?
Durante los primeros años escolares, el cerebro de los niños está en pleno proceso de maduración. Esta etapa, conocida como “ventana de aprendizaje”, es crítica para el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y emocionales. Por eso, las vacaciones no deberían verse solo como descanso, sino como una oportunidad para seguir creciendo a través del juego, la creatividad y el aprendizaje significativo.
Hoy en día, muchos niños pasan sus vacaciones frente a una pantalla. Ya sea con videojuegos, redes sociales o videos en streaming, esta opción se ha convertido en una solución rápida para entretener. Sin embargo, según el informe The Common Sense Census, los niños en edad escolar pueden llegar a pasar más de 40 horas semanales frente a un dispositivo durante las vacaciones.
Este exceso de estimulación digital se asocia con una menor capacidad de atención, retrasos en el desarrollo del lenguaje, alteraciones del sueño y aumento de la ansiedad infantil.
Estudiar música en la infancia es mucho más que aprender a tocar un instrumento. Diversas investigaciones, como las desarrolladas por la Universidad de Northwestern o el Instituto de Cerebro y Creatividad de la Universidad del Sur de California, han demostrado que la práctica musical activa múltiples áreas del cerebro y potencia habilidades esenciales:
Además, la música fomenta valores que no siempre se enseñan en el aula: la disciplina, la escucha activa, la constancia y la autoestima. A través del ensayo, el error y la repetición, el niño aprende que puede superarse, crear y expresar lo que siente.
En Sensitive Music, creemos que las vacaciones pueden ser una oportunidad para sembrar algo duradero. Nuestros programas vacacionales están diseñados para que los niños se acerquen a la música desde el juego, la curiosidad y el respeto por su propio proceso de aprendizaje.
Bríndale a tu hijo la oportunidad de vivir una experiencia que fortalezca su desarrollo integral, en un entorno cálido, respetuoso y enriquecedor.
Los beneficios no se limitan al aula: los niños que desarrollan una relación temprana con la música tienden a adaptarse mejor al entorno escolar, se relacionan con mayor empatía y desarrollan mayor tolerancia a la frustración.
El tiempo libre es valioso. En lugar de entregarlo a la distracción pasiva de una pantalla, ofrece a tus hijos una experiencia que los estimule, los emocione y los forme.
Estas vacaciones, elige una alternativa que deje huella.
En Sensitive Music, en Cuenca, ofrecemos clases de guitarra, piano y canto para niños, actividades divertidas y educativas que potencian la concentración, la memoria y la creatividad desde la infancia.
y asegura un verano lleno de aprendizaje y música para tus hijos!
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